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Recomendaciones para mejorar tus fotografías de aves

La fotografía de aves es un recurso muy valioso para ilustrar nuestras observaciones, por eso en esta nota te compartiremos algunas recomendaciones sobre cómo “mejorar” tus fotos. Los consejos que daremos están pensados para cualquier persona interesada, independientemente del equipo fotográfico que posea (ya sea una cámara compacta, réflex o la del celular). 

Lograr buenas tomas fotográficas de aves no es tarea sencilla; existen muchas variables que hacen de la fotografía un desafío. No obstante, con paciencia y dedicación se logran resultados gratificantes. No solo podrás adornar tus listas con varias especies fotografiadas, quizás también descubras alguna “especie nueva” para tu listado vitalicio viendo la foto mucho después de la fecha de captura (fenómeno que conocemos como lifer de escritorio). Otras veces, la fotografía servirá para ayudarte a identificar la especie con ayuda de otras personas.

Esta nota, podrás complementarla con las Mejores prácticas para subir tus fotos a eBird, donde te mostraremos cómo subir tus fotos a eBird y sumarles etiquetas de información.

Equipo

Conocer tu equipo fotográfico hará que estés al tanto de su alcance y limitaciones. Por eso es recomendable que estudies bien las características de tu cámara, así explotarás todo su potencial.

© Santiago Imberti

Respecto al equipamiento, existen tres grandes divisiones en cuanto a cámaras: las réflex/ mirrorless, las puente o bridge (también llamadas compactas), y las de celulares. A continuación, desarrollamos brevemente sus principales características para que conozcas sus ventajas y desventajas:

VENTAJAS DESVENTAJAS
RÉFLEX/ MIRRORLESS Calidad de imagen superior, permite guardado de archivo en formato RAW. Disparo en ráfaga con mayor velocidad. Autoenfoque mucho más veloz. Mayor sensibilidad ISO a la luz. Es necesario el intercambio de lentes según la situación. Suelen ser más costosas. Más pesadas, a veces hay que utilizar correas especiales, monopies o trípodes.
PUENTE/ BRIDGE/ COMPACTAS Suelen ser más económicas. No necesitan intercambiar lentes. Más livianas que las de tipo réflex. Mayor flexibilidad en cuanto a la distancia de captura. Imágenes de menor calidad, muchos modelos no permiten el almacenado en formato RAW. Suelen ser más lentas para enfocar. Si no hay luz, es prácticamente nula la posibilidad de fotografiar.
CELULARES Siempre a mano. Algunos modelos permiten tomar fotografías de alta definición. Limitación del zoom, no permite capturar individuos que se encuentren a largas distancias. Poca sensibilidad ISO, por lo que no son una buena opción para fotografiar aves nocturnas.

TIP: A la hora de elegir una cámara puente es conveniente que sea de al menos 40X, y para las cámaras de tipo réflex recomendamos elegir un lente zoom no menor a 300 mm.

Un poco de teoría: Triángulo de la exposición

La velocidad de obturación, el número f y el valor ISO, son los vértices del triángulo de la exposición. Estos tres son los que van a definir cuánta luz entra al sensor, que es quién procesa la imagen.

Primero deberás entender los siguientes conceptos:

  • La distancia focal es, como su nombre lo indica, la distancia medida en milímetros (mm) desde el sensor hasta la parte más externa del lente. A mayor distancia focal más acercamiento, pero lo que entra en el cuadro de la foto es menos información y por ende luz.
  • La profundidad de campo es el espacio que estará en foco, lo que vamos a fotografiar. Cuanto más cerca se encuentre el motivo que se desea fotografiar, menor será la profundidad de campo y si se enfoca más lejos, aumenta la profundidad de campo.
  • La trepidación es el movimiento no deseado en la foto.
  • El ruido es lo que vemos como arenoso en la imagen. Se genera en las partes a las que el sensor no le llegó información, donde la cámara “crea” parte de la imagen generando puntos de diversos colores. Lo ideal es que el ISO sea suficiente para que el sensor capte la imagen cuando hay poca luz, pero no tan alto como para que empiece a generar ruido en la misma.
  • La velocidad de obturación es la velocidad a la que se cierra el obturador de la cámara. Podes usar una velocidad de obturación más rápida para conseguir congelar lo que esté sucediendo, y por el contrario podrás usar una velocidad de obturación lenta cuando quieras generar trazas de movimiento, o te encuentres en un entorno más oscuro y necesites más luz para exponer una toma correctamente.
  • El “f” (diafragma) es el diámetro de apertura del diafragma. A mayor f, el diafragma se cierra (entra menos luz) y aumenta la profundidad de campo. En cambio, a menor f, el diafragma se abre (entra más luz) y disminuye la profundidad de campo, generando un fondo más desenfocado.

El área verde, indica los valores de apertura, velocidad e ISO recomendados para la fotografía de aves. Normalmente, las velocidades de obturación son de entre 1/60 y 1/2500, dependiendo el ambiente. En cuanto al ISO mínimo, normalmente es 640-800. El color de las flechas, hacen referencia a la iluminación de la fotografía; es decir, cuanto más oscura es la flecha, nos indica que para esos valores será más oscura la fotografía, y viceversa. © Sergio Moya

TIP: La velocidad ideal dependerá de la distancia focal del objetivo, el sujeto y la actividad que esté realizando en ese momento. Por regla general, si estás utilizando la cámara a mano alzada y tenes una distancia focal de 300 mm, la velocidad debe ser al menos 1/300 segundos. Por lo general, en sujetos posados se utilizan bajas velocidades de obturación (1/400 segundos, por ejemplo) y en sujetos en acción como aves volando se utilizan las más altas (1/2000 segundos o mayores, dependiendo la especie y su velocidad). Podes usar una velocidad de obturación más rápida para conseguir congelar lo que esté sucediendo, y por el contrario podrás usar una velocidad de obturación lenta cuando quieras generar trazas de movimiento, o te encuentres en un entorno más oscuro y necesites más luz para exponer una toma correctamente.

Sabiendo todo esto, deberás tratar de que la exposición en la imagen sea la correcta, a la vez que el sujeto salga enfocado y congelado.

Burrito colorado (Laterallus leucopyrrhus) © Martín Montefrío ML249933821

La cámara mide la exposición mediante un exposímetro, y de tres formas diferentes:

  • Matricial (en toda la escena).
  • Ponderada al centro (en el centro y un poco más a su alrededor).
  • Puntual (mide dónde hayas puesto el punto de enfoque en el visor).

Este último es el más aconsejado para aves, ya que las mismas suelen ocupar poco lugar en nuestra imagen y es lo que realmente nos importa. A su vez, es recomendable que el enfoque sea en modo continuo para poder seguir a nuestro sujeto enfocado a medida que se desplaza.

En qué modo utilizar la cámara

Manual Permite controlar todos los parámetros de la cámara. Una buena práctica, es utilizar este modo y poner el ISO en automático con valores de máximos y mínimos predeterminados, ya que hay situaciones donde la luz cambia al instante y ajustar el ISO en ese momento puede hacer que pierdas tiempo y la foto. En cambio, si la luz es siempre la misma (por ejemplo desde un hide) es preferible utilizar el ISO manual e ir controlando así la exposición, junto con la velocidad y el f.
Automático con prioridad de apertura (A o AV) Se fija el número f (es decir, la apertura del diafragma) y el resto de los parámetros los configura la cámara automáticamente.
Automático con prioridad de obturación (S o TV) En este método se fija la velocidad de obturación y el resto lo controla la cámara. Este es uno de los modos más utilizados para la fotografía de aves, ya que lo que se busca es congelar al individuo.
Automático (P) A diferencia del automático total, este modo permite realizar modificaciones.

 

El momento ideal para tomar fotos.

Es recomendable fotografiar con las primeras o últimas horas de luz del día, donde la iluminación es más suave y pareja. La luz de la tarde o del amanecer inciden de costado, otorgando profundidad a la fotografía y “despegando” al ave del fondo. Además, iluminan bien al sujeto, y por ende producen pocas sombras. En cambio, la luz del mediodía se proyecta de manera cenital (viene desde arriba del ave), y suele ser mucho más intensa. Estos factores generan muchas sombras y contrastes, por lo tanto, nuestra foto no va a ser la «ideal».

Fotografías de una ratona (Troglodytes aedon), la de la izquierda fue tomada con las primeras luces del día, mientras que la de la derecha fue tomada al mediodía. (© Elias Gonzalez ML351075681 | Glenn Wyatt ML351345391)

Técnicas para lograr una buena toma.

Lo primero a tener en cuenta, es tener el sol a espaldas; de este modo, la luz incidirá sobre el ave al tomar la foto. Si observaras un individuo volando, caminando, corriendo o nadando, lo ideal será mantenerse inmóvil con el sol a espaldas, y esperar que pase justo delante de dónde te encuentres para tomar la fotografía.

Otro aspecto fundamental, es lograr estabilidad para que las fotos no salgan movidas. En ausencia de un trípode, algunas técnicas que podes aplicar a tu postura para lograr mayor estabilidad son las siguientes:

  • © Tatiana Corbo Codazzi

  • Cuerpo a tierra, usando los codos como apoyo (ideal para orillas de lagos y lagunas).
  • De pie, separando los pies para dar firmeza y apoyando los codos sobre el cuerpo.
  • Agachada/o, con un pie delante usando el codo y la rodilla de apoyo.

En cuanto a la técnica, algunas recomendaciones:

  • Tomá rápido una primera foto del registro, luego procedé a mejorarla. Apenas detectes un ave, más aún si es una especie que veas por primera vez, te aconsejamos que tomes rápido una foto para no perder el registro, después intentá mejorar la foto acercándote paulatinamente al ave.
  • Tomá la fotografía a la altura de los ojos del ave. Generalmente las aves estarán por encima tuyo. Para captar una foto “a su altura”, podes alejarte, perdiendo acercamiento y ganando ángulo para lograr una captura “estilizada” del ave.
  • Aproximate cuidadosamente y en diagonal al ave. Al acercarte al ave para la foto, seguramente ella estará alerta. Si está muy atenta, deberás permanecer quieto hasta que siga con su actividad (por ejemplo, vuelva a acicalarse). Al acercarte, asegurate de hacerlo siempre en dirección diagonal. Incluso es mejor hacerlo agachado o cuerpo a tierra, para llamar menos la atención. 
  • Si estás en una laguna, túmbate en la orilla. Así lograrás un buen ángulo para la foto. Si podes camuflarte colocándote alguna tela preparada encima, mucho mejor. Luego, solo resta esperar que algún ave pase frente tuyo para lograr una hermosa toma.
  • Coloca comederos y bebederos para atraer aves. Si bien esto podría interferir en la conducta normal de un ave, podrás lograr un buen acercamiento bajo condiciones más o menos controladas. Por ejemplo, podes colocar una rama llamativa para que la utilicen como posadero.

Chorlito doble collar (Charadrius falklandicus) © Luciano Massa ML348322991

Otra técnica es utilizar playback, aunque lo desaconsejamos por generar en las aves un gasto extra de energía a la vez que quedan expuestas frente a otros individuos pudiendo incluso peligrar su vida si son observadas por depredadores. En caso de que hagas uso de esta técnica, asegurate de hacerlo de manera controlada y responsable.

Comportamiento y acción

Una práctica muy buena a la hora de realizar fotografías consiste en conocer el comportamiento de las aves, para así esperar el momento justo de la foto. Por ejemplo, el chinchero chico (Lepidocolaptes angustirostris) recorre los troncos y grandes ramas de los árboles, por lo general desde abajo hacia arriba y girando sobre el tronco. Para lograr una buena toma del chinchero, sólo debemos colocarnos en el lugar indicado y esperar que pase el ave por un determinado sitio si sabemos que repite tal comportamiento.

El chingolo (Zonotrichia capensis) es una especie que suele armar su nido en los canteros de los jardines. Si detectaras la presencia de un nido, podrás buscar un buen ángulo (siempre con precaución de no estresar a los individuos) para fotografiar el momento en que los adultos se acercan a alimentar a las crías. © Adrián Grilli ML288618311

Composición de la imagen

Es la forma en que se encuadran y ubican los objetos en la fotografía. A continuación, presentaremos algunas reglas de composición fotográfica, que conocerlas y aprenderlas facilitará que logres mejores resultados y equilibrio en tus imágenes:

  • Regla de los tercios: consiste en dividir la foto trazando 2 líneas verticales y 2 horizontales. Los puntos donde se interceptan las líneas, son los lugares donde la persona espectadora prestará mayor atención, por lo tanto donde deberás colocar al sujeto/ objeto que desees mostrar.

Pico de plata (Hymenops perspicillatus) © Pablo Re ML338903451

  • Regla de la mirada: hacia donde nuestro sujeto dirige la mirada debe haber “aire”. También aplica para sujetos volando, donde si no se deja aire hacia la dirección del vuelo, da la sensación de que se va a “chocar” con el borde de la foto.

En esta foto, vemos que la autora usa la regla de los tercios situando al comesebo cabeza negra (Phrygilus atriceps) en el lateral izquierdo, también aplicando la regla de la mirada y dejando “aire” para donde observa el ave. © Aves-del-Taragüí/ SabinaDeLucca ML348507521

  • Utilizando las líneas: aprovechar las líneas disponibles para dirigir la mirada al ave, es una buena manera de componer.

En esta foto la línea del alambrado nos “guía” hasta el aguilucho colorado (Buteogallus meridionalis), que además está siguiendo la regla de la mirada y los tercios. © Adrián Grilli ML170785431

  • El fondo de la foto: una manera de centrar la atención en el ave, es buscar que esté “separada” del fondo, acentuando la sensación de tridimensionalidad y nitidez. Se recomienda trabajar con fondos homogéneos y «lavados», ya que la ausencia de elementos permite que se centre la atención en el sujeto fotografiado.

Picaflor colorado (Oreotrochilus adela) © Andrés Terán ML189051491

Edición

La edición fotográfica es el paso final en el cual podrás modificar ciertos aspectos de las fotografías que hayas tomado, con el fin de “perfeccionarlas”. Hay diversos programas que te permitirán editar tus imágenes, ya sea que te encuentres en una computadora o un celular.

La edición de fotos de aves debe ser básica, es decir, podrás corregir la exposición, encuadre, iluminaciones, sombras, a veces enfoque, etc, tratando de que no se modifiquen los colores naturales del ave y el entorno.

Comparación de una misma fotografía de un zorzal chalchalero (Turdus amaurochalinus). A la izquierda se observa la original que salió subexpuesta (es decir, oscura), pero que con una mínima edición se mejoró la exposición (se levantaron las luces) y el encuadre. © Adrián Grilli.

Buenas prácticas.

Desde eBird Argentina, te incentivamos a siempre priorizar el bienestar del ambiente y las aves a la hora de observarlas/ grabarlas/ fotografiarlas.

No debes molestar o alterar el comportamiento natural de un ave para realizar una buena toma. El uso de elementos como el playback o el flash, deben ser utilizados con responsabilidad y respeto hacia las aves. Una buena medida para que el destello del flash afecte menos la visión de las aves, es utilizarlo a la mínima potencia posible (si te quedara oscura, podrás compensarlo subiendo el ISO), también se pueden acoplar difusores al frente del flash (esto dará una luz mas tenue, acortando la distancia a la que llegara el destello).

 

Esperamos que alguno de estos consejos te sirva para sacar mayor provecho a tus registros fotográficos en las listas que subas. Te recordamos que el equipo de eBird Argentina trabaja voluntariamente, y se encuentra a tu disposición para las consultas que quieras realizar. Contactanos a través de nuestras redes sociales (FacebookInstagramTwitter) o por email (ebird@avesargentinas.org.ar).

 

Agradecemos a Ramón Moller Jensen, Adriana SanzLuciano Massa, Sergio Moya, Jessica Arrigorria y Juana Sava por sus comentarios y revisión de este artículo.