Observaciones compartidas por observadores de aves revelan rutas migratorias de más de 600 especies de aves
La naturaleza es maravillosa y uno de los fenómenos más fascinantes en la naturaleza es la migración. Dos veces al año las aves se embarcan en peligrosos viajes cruzando montañas, desiertos y océanos, a veces viajando más de 3,000 millas en cada dirección. Incluso las aves diminutas que pesan menos de un centavo, como Ruby-throated Hummingbird, cruzan el Golfo de México hacia y desde sus áreas de invernada cada año.
El misterio de por qué las aves migran ha sido resuelto en su mayoría, pero eso no lo hace menos misterioso porque la migración es difícil de ver. Los humanos no tenemos la misma perspectiva de los pájaros sobre la migración; no podemos ver aves moviéndose de los Andes en Colombia a los bosques boreales en Canadá. Sabemos que los pájaros migran, pero no siempre sabemos las rutas que toman. Y «esas rutas son críticas para la conservación de las aves», dice Emily Cohen, profesora asistente del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Maryland, donde estudia la conectividad migratoria.
El desafío para los ornitólogos ha sido entender esas rutas migratorias.
Ana González, estudiante postdoctoral de la Universidad Simon Fraser, estudia Canada Warbler en sus sitios de invernada en Colombia. González capturó un Canada Warbler en uno de sus sitios de estudio, que apodó «Arturito», le colocó un pequeño anillo con código único, y lo liberó para que continuara con su alegre viaje. También tomó una pluma para examinar las firmas químicas llamadas isótopos estables que los científicos utilizan para determinar el área general donde un ave pasó el verano. Los isótopos estables revelaron que Arturito, con un peso inferior a una batería AAA, voló a algún lugar dentro de las provincias del centro y este de Canadá para reproducirse y en el otoño regresó al mismo lugar en que fue anillado donde el equipo de Ana lo recapturó.
El estudio de González desbloqueó parte del viaje de Arturito proporcionando detalles sobre dónde un individuo pasó los meses de reproducción e invernada, pero para entender los patrones de migración a mayor escala para poblaciones enteras, necesitamos más datos. ¿Qué ruta toman Arturito y el resto de los Canada Warblers cuando vuelan hacia Canadá? y ¿Cuándo llegan a ciertas paradas a lo largo de la ruta?
Resulta que los observadores de aves pueden ayudar a responder esas preguntas. eBird, un programa del Laboratorio de Ornitología de Cornell, es el proyecto de ciencia ciudadana más grande del mundo. eBird ha estado colectando observaciones de aves reportadas por observadores de aves de todo el mundo durante más de 15 años. eBird ahora contiene más de 750 millones de observaciones de aves. «Esas observaciones proporcionan una nueva forma de ver la biodiversidad», dice Steve Kelling, codirector del Centro para el Estudio de las Poblaciones de Aves en el Laboratorio de Ornitología de Cornell.
El equipo de eBird Ciencia combinó las observaciones para 610 especies de Norteamérica enviadas por 179,297 observadores de aves con imágenes satelitales de la NASA, NOAA y USGS para crear mapas animados de migración y abundancia estacional.
Los resultados son espectaculares.
Por primera vez podemos ver la migración pasando a escala de continentes para más que unas pocas especies. Anteriormente, lo que sabíamos sobre la migración provenía de individuos que llevaban un transmisor o un anillo con números como Arturito. «Antes, era como una caja negra», dice Cohen. «Por primera vez podemos ver movimientos de poblaciones enteras, no sólo individuos», dice Kelling. Conocer todos los puntos en dónde y cuándo ocurre un ave, lo que los científicos llaman ciclo anual, es un aspecto que antes era difícil de identificar para más de unas pocas aves individuales.
Observa el viaje de las Barn Swallows, una especie que se encuentra moviéndose rápidamente sobre pastizales y lagos, desde Suramérica hasta Canadá. El detalle y la información en las animaciones es impresionante. No sólo podemos ver cómo se mueven las Barn Swallows, sino que podemos ver dónde son más comunes, y podemos ver una población en Suramérica que migra de Argentina a Venezuela y de regreso.
Pero para pintar una imagen más completa de la abundancia de las aves, el equipo de científicos de eBird necesitaba llenar los huecos, los lugares donde los observadores de aves no solían ir. «Para llenar los vacíos», dice Alison Johnston, investigadora del Laboratorio de Cornell que trabajó en los modelos, «vinculamos las observaciones de las aves con los datos de hábitat de las imágenes satelitales. Esto nos permitió caracterizar el número de aves en diferentes ambientes y utilizar esto para hacer predicciones a lugares cercanos sin datos». Para cada especie, el equipo evaluó cuidadosamente los datos y sólo hizo predicciones si los modelos arrojaron resultados confiables.
Todo ese procesamiento y verificación de números se destina a crear lo que Johnston llama, «productos transformadores», toma datos crudos de eBird sobre cuándo y dónde los observadores reportan aves y los convierte en algo aún más poderoso.
Lo que se genera con los datos es algo más que fascinantes mapas de migración: «Ahora, no sólo tenemos una idea de dónde encontrar una especie, sino donde es también más abundante», dice Kelling. Echa un vistazo a cómo las aves acuáticas en Norteamérica se mueven a través del paisaje. Las rutas que las aves acuáticas toman a través de Norteamérica son observables como nunca antes, al mismo tiempo que resaltan los lugares donde las aves acuáticas son más abundantes. En los meses de invierno, el valle del río Mississippi alberga miles de aves acuáticas y durante la migración de primavera y otoño la región Prairie Pothole en North y South Dakota se ilumina con grandes concentraciones de aves acuáticas. Estos mapas dinámicos resaltan exactamente dónde y cuándo aparecen las aves acuáticas para ayudar a los conservacionistas a proteger mejor a esas especies.
«eBird Ciencia también muestra el poder de las personas trabajando como un sólo equipo», dice Chris Wood, líder del proyecto eBird. «Es increíble; todo esto comenzó con los observadores de aves registrando lo que observaban en libretas de campo y actualmente en teléfonos inteligentes», y ahora, dice Wood, «podemos ver la velocidad de la migración de Canada Warbler moviéndose desde los Andes colombianos donde están concentrados hacia un área amplia a través de EUA y Canadá, todo gracias a los reportes de los observadores de aves.”
«La información detallada que proviene de los reportes ingresados por los observadores de aves de todo el mundo es un cambio de juego», dice Amanda Rodewald, profesora de Garvin y codirectora del Centro para el Estudio de las Poblaciones de Aves en el Laboratorio de Cornell. «Estos nuevos productos de datos muestran la distribución y abundancia de especies a intervalos semanales. La información a escalas espaciales y temporales tan finas ayuda a guiar soluciones de conservación más flexibles que pueden satisfacer fácilmente las necesidades humanas y ecológicas». Por ejemplo, explica Rodewald, «si sabemos con precisión cuándo y dónde anidan las aves en campos de heno, podemos diseñar intervenciones de conservación, como posponer la siega, para ayudar a las aves y minimizar los impactos para los agricultores». Aprovechar los datos a gran escala de eBird Ciencia, dice Rodewald, «nos da más opciones para conservar las especies a la vez que acomodamos las necesidades humanas».
Los productos de eBird Ciencia están disponibles públicamente para que los investigadores, educadores y conservacionistas los utilicen para desarrollar mejores acciones de conservación. Cohen, por ejemplo, utilizó los productos de eBird Ciencia para mapear dónde y cuándo las aves se detienen en las montañas del sur de los Apalaches junto a los desarrollos de parques eólicos propuestos para determinar si existían posibles conflictos. Karla Guyn, directora ejecutiva de Ducks Unlimited Canada, utilizó las animaciones para resaltar la importancia de realizar trabajos de conservación a lo largo de toda la ruta migratoria de una especie.
Las contribuciones de casi 180,000 personas ayudaron a construir una ventana sin igual en el ciclo anual completo de las poblaciones de aves en las Américas que nos ayudará a comprender y prevenir mejor su declive poblacional. «Los mapas de todo el rango de dónde y cuándo ocurren las especies durante su ciclo anual son realmente fundamentales para casi todas las partes de la biología de una especie, desde nichos climáticos hasta asociaciones de hábitats hasta interacciones de especies», dice Cohen. A medida que un número creciente de observadores de aves reportan lo que observan, sus observaciones alimentarán eBird Ciencia y ayudarán a construir modelos globales de movimientos y abundancia.
Los nuevos mapas y animaciones basados en datos son posibles gracias al apoyo de National Science Foundation, Wolf Creek Charitable Foundation, Leon Levy Foundation, NASA, Amazon Web Services e Institute for Computational Sustainability.